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Cuidados de la piel

La piel del bebé tiene un pH diferente y requiere cuidados especiales, es más delgada y frágil ¡Descubre cómo mantenerla protegida!

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Universidad de la Piel - Cuidados de la piel Pequeñín

La piel de los bebés es muy sensible y delicada, así que es necesario cuidarla un poco más.

En la Universidad de la Piel te compartiremos algunos consejos para mantenerla suave y libre de irritaciones.

Piel seca o irritada

Es normal que los bebés tengan la piel seca, al ser más delgada, se seca fácilmente porque pierde humedad más rápido que la de los adultos.

Cuando la piel del bebé se reseca, aparecen pequeñas grietas donde las bacterias pueden penetrar más fácilmente y aumentar así el riesgo de inflamación o infección.

Así que es súper importante mantener lubricada con crema hidratante la piel del bebé, utiliza productos hipoalergénicos y suaves, formulados y aprobados por dermatólogos para disminuir los riesgos y proteger la piel de cualquier tipo de alergia.

¿Sabías que tener la piel seca puede deberse a factores externos y también hereditarios? El sol, el viento, el frío, el agua, el aire seco o el material en el que es confeccionada la ropa, pueden causar sequedad.

La piel del bebé tiene un pH diferente

los bebés tienen el nivel de líquido en la piel más alto, pero tienen más dificultades para mantener el equilibrio de líquidos y por eso puede secarse fácilmente, las glándulas sudoríparas y las propiedades de regulación de la temperatura de los recién nacidos se encuentran prácticamente inactivas y el pH de la piel es diferente, por este motivo la piel del bebé requiere cuidados especiales debido a que es más delgada y frágil.

La piel del bebé es muy diferente a la de un adulto en muchos aspectos, por ejemplo el pH de la piel es más bajo en bebés que en adultos, este valor irá cambiando a medida que crece.

Durante las primeras semanas de vida, la piel del bebé tiene un pH más elevado, comprendido entre 6.5 y 5.5 debido a que su manto ácido protector aún no se encuentra completamente formado.

Por este motivo, se recomienda usar productos hipoalergénicos, sin aromas y especializados para pieles delicadas.

Cuidado de la piel del bebé Pequeñín

Cuida todos los pliegues de la piel

Los bebés tienen más piel que un adulto en relación con su peso.

Lo que significa que también tienen más pliegues en la piel.

En estos pequeños pliegues la piel puede en ocasiones ponerse roja y picar. Así que es muy importante bañar al bebé y secar con delicadeza cada plieguicito del cuerpo.

Costra láctea en el bebé

La costra láctea es muy común y se desarrolla en la cabeza del bebé, específicamente en el cuero cabelludo del bebé recién nacido. Su aspecto es como el de la caspa o piel escamosa, puede presentar manchas escamosas o costras gruesas, grasosas y amarillentas o marrones.

La mayoría de las veces aparece en los primeros meses de vida del bebé, es inofensiva y por lo general desaparece sola en alrededor de 6 a 12 meses, aunque puede presentarse el caso de que dure más tiempo.

Es posible que la costra láctea aparezca también alrededor de las orejas, de las cejas, axilas y otros pliegues del bebé. Es recomendable consultar con el médico en caso de que la costra láctea sea intensa, sangre o se propague fuera del cuero cabelludo.

La causa de la costra láctea no se conoce, pero puedes estar segura de que no es producida por falta de higiene, ni por alergias. No es contagiosa y probablemente no moleste en absoluto al bebé, aunque si es muy intensa puede provocar piquiña y debes consultar con el médico.

Quitar la costra láctea del bebé Pequeñín

Para poder quitar la costra láctea, debes ablandarla con aceite para bebé, aplícalo en la noche y al día siguiente baña su cabecita con un shampoo especial para bebés que cuide su delicada piel. Haz masajitos en la costra para que vaya saliendo con mucha delicadeza. Y para evitar que aparezca nuevamente, debes cuidar su higiene limpiando la cabeza con una esponja húmeda y suave, aunque aún no tenga nada de pelo.

Los bebés y el sol

¡Nunca al sol, sin protección!

Los bebés no deben ser expuestos directamente al sol sin protección, lo ideal es proteger al bebé con ropa de algodón. Después de los seis meses, los dermatólogos recomiendan el uso de protector solar especialmente adaptado para bebés, pero recuerda que incluso usando protector solar, es recomendable no exponer directamente la piel del bebé a los rayos solares.

El bebé se quemó

Si la piel del bebé se quemó y empiezan a aparecer partes hinchadas, calientes y con dolor, debes evitar el sol por completo durante algunos días para permitir que la piel sane.

Cuando son quemaduras causadas por el sol, generalmente aparecen como pequeñas protuberancias o ampollas con picazón. Así que es recomendable aplicar agua fría que ayuda a mantener la zona calmada y aplicar una crema humectante.

Recuerda que si el bebé presenta indisposición o molestar, es recomendable consultar al servicio de urgencias.

Vitamina D

La piel forma la vitamina D con la ayuda de la luz solar, esta vitamina es muy importante para la estructura del esqueleto, así que el baño de sol es importante para el metabolismo de la vitamina D.

Es esta vitamina la que favorece la absorción del calcio y por lo tanto mantiene los huesos saludables y disminuye la aparición de enfermedades.

Es recomendable asolear al bebé siempre en las horas de la mañana, preferiblemente antes de las 9 a.m. o las 10 a.m. y en la tarde entre las 4 p.m. y 4:30 p.m. Evita exponerlo a los rayos del sol cuando son más intensos.

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